septiembre 11, 2006

sanjuan zen

Dijo el Escriba: -¿Y qué si me quedo sentado al lado del lumilagro esperando que llegue la canción perfecta?

murmuró el maestro: -Tal vez se te pasen las ganas de encontrarme


(plop! el lumilagro se convirtió en botella de malbec)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tené cuidado, soy como esos barquitos que arman adentro de las botellas: no los podés sacar sin romperlos.

EmmaPeel dijo...

Lumiboy: Recuerde la célebre frase de Herman Gesell
para nacer hace falta romper un lumilagro
Salu2 cordiales y gracias por salir un ratito para pasear por acá