Aledaños
XIV
Y no llegamos.
El tiempo
nos pisa
los talones.
Yo soy veinte años
entre paréntesis,
tú te cuentas la vida
y no terminas.
Región de muerte
por delante.
Siglos de vida en ciernes
y en los aledaños
hemos
anclado.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
No
ME NIEGO a ser poseída
por palabras, por jaulas,
por geometrías abyectas.
Me niego a ser
encasillada,
rota,
absorbida.
Sólo yo sé cómo destruirme,
cómo golpear mi cabeza
contra la cabeza del cielo,
cómo cortar mis manos y sentirlas de noche
creciéndome hacia adentro.
Me niego a recibir esta muerte,
este dolor,
estos planes tramados, inconmovibles.
Sólo yo conozco el dolor
que lleva mi nombre
y sólo yo conozco la casa de mi muerte.
noviembre 24, 2008
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8 comentarios:
"Sólo yo sé cómo destruirme,
cómo golpear mi cabeza
contra la cabeza del cielo,
cómo cortar mis manos y sentirlas de noche
creciéndome hacia adentro."
Peligroso para leerlo con la 38 cargada y cerca
o peligroso para quedarse dormido mientras te untás un pan con manteca. muy bello el poema.
Tan lindos como desesperados. Alguna poesía tiene eso de piña ineludible.
La tasa de suicidio entre poetas será mayor a la de escritores de prosa más extensa?
El dilema que Camus espetó a Sartre: “Si la vida es un valle de lágrimas, si no hay nada después de la muerte, el único problema serio de la filosofía es el suicidio”.
joie d vivre...
Hay que triste Emma¡¡ son muy lindos los poemas pero tristes.Besitos.
brasilete: no apto para suicidas, es cierto
rodrigo: no que es muy beio?
siest: si si si piña piña eso queremos en la poetry
(yo creo que si)
¿¿¿?? yo le cito a Nestor en Bloque, a mí no me pregunte =P
calra: gracias por volver!
mary: me pone contenta que le guste
besotes
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