Una a una empezaron a llegar todas las mujeres del pueblo. Lina les lavaba el pelo, acomodaba la capa alrededor del cuello y después se quedaba detrás del mostrador anotando vaya a saber qué en el cuaderno de tapas celestes mientras Aldo revoleaba las tijeras como poseído. El ritual se repetía todos los días, con intensidad diversa y punto cúlmine los sábados a partir de las tres de la tarde.
Lo que nadie sabía, ni siquiera sospechaba, es que como en todo rito algo oculto se desataba todos los días por detrás del entramado de secadores, cepillos y revistas de moda. Porque cada tarde después de cerrar el salón, caminar a la par en diagonal por la plaza, saludar con media sonrisa a cada vecino, Aldo y Lina cruzaban la puerta de la pieza, y ahi arrancaba otro rito. Lina se sentaba frente al tocador, Aldo por detrás como hacía con las clientas, y mientras le acariciaba las sienes empolvadas, le quitaba uno a uno las invisibles que agarraban el postizo rubio. Porque cada tarde en esa pieza, Lina se convertía en Roberto y cada mañana Roberto se convertía en Lina.
Llegaron a creer que las señoras sabían y guardaban el secreto porque como en todo rito, además de misterio, se necesitan cómplices.
Versión toda junta, acá
8 comentarios:
Noquedootra que sorprenderse y aplaudir.
Me gusto!
Te voy a decir algo y con mucho respeto (y espero que lo tomes así).
Las historias contadas de sorbitos me gustan mucho. Algunas más que otras.
Yo había dejado de leer con el cartel del duelo.
Ahora, gracias al rejunte (que también está bueno para leerlo así) la leí toda de un tirón.
Lo primero que dije fue:
Qué pendeja copada!
Y eso, por si no se entendió, significa que me gustó mucho.
(ojo, con respeto)
Otra cosa, que viene aparte. Qué loco esta cosa fóbica que tienen algunos ante lo homosexual, no?
Saludos cordiales
emmiiiiiiiiiiiiitaaaaaaaaaaaaa
te re extraniéeeeeeeeeeeeeee
mucho, re mucho
que lindo escribes, buachaaaaaa
mil abracitos, mil, eh
muaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Acompáñeme a la peluquería.
Quiero el peinado de la panadera.
Pasé, y me encantó este relato. Tanto. Que prefiero guardarme el resto para más tarde.
CHAN CHAN!
PROMESA DE NUEVOS SINSABORES?
meki: grazie beia amichi
morgana: pero cómo me lo iba a tomar a mal! grazie doña (y si, es loco)
fishi: a ver si larga las rastas y el morral y me cuenta como le fue jiji besos y bienvuelto!
fulvio: yo ando en busca de flequillo, vamos cuando quiera
pez: me alegro, bienvenidx
warren: una especialidad de la casa
besos a tutti
buenísimo... pobre Robertuà!
Publicar un comentario