Decide caminar estirando el paso para ver si afloja pero no, entonces no le queda otra que con la mano derecha tirar de la tela a la altura de la bragueta al tiempo que se apoya en la punta de los pies y se eleva unos centímetros. El movimiento produce un efecto curioso: al despegar el pantalón por la ingle y levantar los talones del piso recuerda a uno de esos souvenirs que venden en la recova de la bristol y en alguna que otra manta en la plaza de salta, esos muñequitos de madera a los que si uno tira por los pies, se les para la poronga desmedida para que las tías rían sonrojadas mientras devoran los alfajores de fruta.
Mira el reloj, todavía faltan dos horas para que se encuentre con Romina en algún bar del centro, se sienten en una mesa alejada de la ventana, pidan un whisky con un hielo y un agua sin gas para ella y él acompañe con una estela para no desafiar a los dioses (sólo un par de veces se rindió a la azul promesa del sildena y el dolor de cabeza no lo abandonó por tres días). Ya con la garganta en precalentamiento, le va a sacar de a uno todos los sufrires, porque Romina no tiene historias, tiene dramas y dramitas que desgrana en un tono neutro con una pátina ácida que la deja sonreírse de vez en vez, una forma de contar que divide a los interlocutores entre el miedo y el espanto, porque en ella todo da para placa roja de crónica pero lo cuenta con el profesionalismo y la seguridad de una presentadora de la deutsche welle. A él eso lo fascina pero también lo asusta, refrena la primera náusea (siempre fue flojo del estómago, su madre todavía recuerda cuando en días de crecida, allá en atalaya, al compás que subía el río vomitaba lo que tuviera a mano) y sigue mirándola sin verla, oliéndola a través de la madera de la mesa, de los levis gastados, de la tanga, del medio mundo y cuatro baldosas que los separan.
Enredado en la entretela de la memoria, buscando la punta del hilo que desande el camino que lo lleve del olor al roce de sus dientes y de ahí al brillo de la transpiración entre las sábanas usadas y a las uñas clavándosele en la espalda, en esa tarea está cuando escucha el teléfono.
Un mensaje de texto: ya están los pasajes!
Dos horas faltan para ver a Romina y perderse entre sus sombras, un poco menos que las doce que faltan para viajar con su mujer en plan segunda luna de miel
buenísimo contesta nos vamos a querer en madrid
23 comentarios:
I cannot say what the exact meaning of love is. But when I use that word, it means that something is very precious to me. I feel not only closeness, but also caring and respect. For example, I love my watch but there are no relations of closeness between us, we do not share the same experiences. Love is for people who have the same experience as mine - feelings, pain, and pleasure. That is why we should respect others, because they are part of myself
By the way mi hermana vive en barcelona y fui muchas veces a espania, asi que si queres consejo preguntame.
maravilloso Emma, simplemente maravilloso
Pato
...está muy bien escrito
y el relato da ganas de seguir leyendo
-por otro lado, en mi opinión, creo que ser un traidor es muuy jodido
está feo dormir con el enemigo.
No quedó otra que escribirlo, no?
Y coincido con Reverb: dan ganas de seguir leyendo.
Me encantó.
¡felicitaciones por expulsar tan lindas palabras!
Se me borró el comentario, pero la idea más o menos era que me diste un alegrón con este posteo.
Buen texto, interesante vuelta de tuerca del punto de vista. Como te dijo Reverb, dan ganas de seguir leyendo.
Me iluminó la mañana llegar y encontrar que por fin lo habías bajado (en todos los sentidos posibles del término).
Beso y abrazo, M.
Qué bien escribís, mamina.
maderfáquers: som todos iguais!
Lpz.
Hola Emma :
Lo que sucede es que la mayoría de las mujeres (sobre todo las de mi edad), servimos mas para planchar o poner la cantidad de apresto justa, que para mamarnos una buena garompa.
un beso
josefina
(de paso),
Me encantó como está escrito. Pero me dio un desasosiego mayor que con la lluvia...
Lo bueno de Madrid es que no hay monotonos romínicos, porque allá, las gallegas te hablan y se te para sola. Y eso lo va a disfrutar esa entrepierna planchada con apresto de Flora.
Asi que sí.
Se van a querer en Madrid.
QUE MARAVILLA TU ESCRITO eMMA IBA IMAGINANDO TODO CONTIGO.CARIÑOS
Emmita, te tengo escribiendo como una damita! Qué lindo!
era muy extenso para leerlo, asi que felicitaciones por nada. solo para acariciarte el ego.
gracias mariana! te prometo que en cuanto clave la brújula te pregunto
gracias Pato! serás la Pato que conozco?
reverb: creo que quedan dos partes más, veremos si me convencen y las subo
siest: shes!
carme: grazie, me sonrojé
Uy! gracias amiga =)
emeygriega: me honra, gracias =)
lopecito: naaaaaahhhh ;)
jose: pero si usté s una piba!
brasilete: siento cagarle la siesta ahijado
silvio: la tonadita garpa, tiene razón
mary: gracias por pasar y leer!
rupertito: aunque no siempre lo parezca, soy una dama =P se agradece
sandro: gracias, saludos a las chicas!
besos a tutti
muy, muy bueno.
Buenísimo el texto Emma! El de la sordera también, me emocionó, me conmovió. Te doy un abrazo enorme que salte posteos y llegue al de la pizza, la plaza y el colibrí. Besos miles!!!
muy bueno Palm
alejandro
a la pelotita, belio belio belio.
la quedé en Madrid, contá el resto plis.
proter: grazie
tamara! hola! qué lindo leerte acá! besos
gracias maestre!
merie: de a poco le cuento el cuento entero
besos a tutti
qué inspiradísima la encuentro! un placer
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